Se elabora con calabaza de Cidra o también llamada confitera, una variedad de invierno cuyo sabor es más dulce que las variedades de verano. Tiene una carne jugosa y filamentosa que da ese aspecto característico a la mermelada simulando los cabellos dorados de los ángeles.
El gran inconveniente de esta calabaza es que presenta una piel tan gruesa y consistente que la hace imposible de romper y por eso también permite que se conserve en perfectas condiciones durante muchísimo tiempo.
INGREDIENTES:
- calabaza de Cidra
- azúcar
1. Lavar la calabaza y cocerla sin pelar en la olla exprés durante 15 minutos. Dejar enfriar.
2. Cortar la piel, extraer toda la pulpa con una cuchara, eliminando las pepitas y deshacer sus fibras con las manos.
3. En una cazuela con agua fría dar un hervor corto de no más de 5 minutos. Dejar enfriar y escurrir muy bien.
4. Pesar y añadir la misma cantidad de azúcar. Dejar hervir durante 15 minutos y reservar.
5. Al día siguiente se vuelve a hervir durante el mismo tiempo y se reparte en botes limpios para envasar.
NOTA:
- Aunque esta mermelada queda perfecta sin ningún añadido, se le puede agregar canela molida (a gusto) en el último paso. Esto intensificará su sabor.
Fuente: Pilar Fontán.