Una guarnición perfecta para acompañar cualquier de plato, ya sea carne o pescado. Es fácil, sencillo, rápido, barato, nutritivo y sobre todo sano.
Esta flor blanca tiene muchos beneficios medicinales; tanto es así que en la antigüedad no era consumida como alimento, si no como medicamento para curar el dolor de cabeza y la diarrea.
Su consumo es muy importante para reforzar nuestro sistema inmunológico y, cocinada así, los niños la tolerarán más fácilmente porque por asociación, la identificarán con otros alimentos rebozados que también les gustan.
Esta flor blanca tiene muchos beneficios medicinales; tanto es así que en la antigüedad no era consumida como alimento, si no como medicamento para curar el dolor de cabeza y la diarrea.
Su consumo es muy importante para reforzar nuestro sistema inmunológico y, cocinada así, los niños la tolerarán más fácilmente porque por asociación, la identificarán con otros alimentos rebozados que también les gustan.
INGREDIENTES:
- coliflor
- huevo
- harina
- leche
PREPARACIÓN:
1. Cortar la coliflor en ramilletes y cocerla hasta que pinchándola con la punta de un cuchillo, éste no ofrezca demasiada resistencia. Escurrir bien.
2. Preparar la masa de rebozar mezclando el huevo, la harina y la leche hasta obtener una mezcla cremosa que impregne bien la coliflor y sumergir los ramilletes.
3. Freír en abundante aceite caliente hasta que esté doradita y colocar sobre papel absorbente.
NOTAS:
- Agregar un poco de leche al agua de hervir la coliflor para que quede más blanca.
- No conviene excederse en la cocción, deben quedar cocinadas pero enteras.
- Es conveniente que los ramilletes sean más bien pequeños quedan más jugosos.
- Recomiendo incorporar ajo, cebolla en polvo y perejil o cualquier otra especia en el rebozado porque le dará un toque muy especial.
- Se puede servir con salsas aparte: de tomate, de queso, etc.